¿Qué es lo que sería sumamente indispensable hasta el punto de tener que ser implementado en las mallas curriculares educativas de todo el mundo?
Si la educación se trata realmente de una formación humanística —y no solamente de generar recursos humanos— pues entonces sorprende que por ejemplo no se dicte un curso de Redes Sociales en las escuelas. A nadie le cabe duda que ahora TikTok, Instagram, Linkedin, Facebook, Mastodon… sean aplicaciones que ocupen buena parte significativa de nuestras vidas. ¿Por qué entonces no enseñarlas a usar de distintas maneras y explorando sus posibilidades?
Algo así ocurre con OpenStreetMap (OSM), el mapa que le pertenece a toda la humanidad, un sistema de información geográfica construido en base a la filosofía del conocimiento libre, que permite editar y acceder a mapas de forma colaborativa y abierta, haciendo que la calidad de datos en ella sea —más que muchas veces— superior a la de Google Maps tanto en números como en variedad y actualizaciones; puesto que a diario se sube nueva información gracias a la constante actividad de sus usuarios.
De ese modo, los mapas de OSM llegan a zonas donde los mapas comerciales no lo hacen, que son tradicional y lamentablemente asentamientos humanos y comunidades tanto rurales como indígenas. Es aquí donde ya podemos hablar de una discriminación geográfica, en otras palabras, el hecho de nacer fuera de carreteras importantes te impide tener acceso a algo tan básico como el mapa del lugar donde vives, lo que repercute social, económica y políticamente a estos sectores. Así pues la invisibilización cartográfica se convierte en invisibilización social. Los mapas son herramientas poderosas cuando se trata de construir una idea de nación, no por nada son de las mejores armas cuando se trata de influir en el imaginario geopolítico. ¿Cómo construirás tu nación si en tus mapas no están representados correctamente todos quienes viven en ella?
OpenStreetMap: Más que mapas
Sin embargo, OSM se ha convertido en más que una simple herramienta cartográfica. Alrededor del mapeo se ha construido una comunidad preocupada por la situación del mapa, por ende, por la situación del mundo, de su región y de su país. Las constantes tareas humanitarias en acción tanto local —la última por los huaycos en Arequipa, Perú— como global —la más reciente por el terremoto en Turquía y Siria— demuestran la solidaridad digital de la que hablamos. Brindando mapas con caminos más actualizados por donde la ayuda humanitaria pueda acceder, calculando el número de viviendas afectadas, determinando las zonas de riesgo para discapacitados en caso de desastre e incluso presentando mapas en idiomas originarios, todo esto y más desde el mapeo colaborativo. Es así como con OSM se puede poner en obra una gestión social, inclusiva y popular del riesgo del desastre.
Pero son muchas las otras aristas que nos ofrece este cubo infinito que es el mapeo. De por sí el turismo depende de la calidad de los mapas y de lo que esté representado en ellos —¿cómo irás a Machu Picchu sin un mapa en donde se muestren todos los caminos? —. Para un urbanismo a largo plazo y eficaz se requiere de una aguda planificación en función a una cartografía actualizada —de otro modo terminas construyendo ciudades improvisadas y no verdaderamente pensadas—. Por medio de censos de árboles podemos entender cuál es la situación ambiental de nuestra comunidad y en base a ello tomar acción, es decir, ¿alguien sabe cuántos árboles tiene su plaza de armas, su universidad? ¿Habrá más árboles ahora que hace cinco años? ¿Cómo saberlo? —un certero ejemplo de esto es el trabajo de la comunidad chilena con Paul Dassori—. Al mapear veredas y caminos podemos saber —con evidencia empírica—si nuestras calles son verdaderamente inclusivas o no para personas discapacitadas, ¿podrá alguien en silla de ruedas transitar sin complicaciones por las principales avenidas de nuestras ciudades? —en el desarrollo de este tema OpenSidewalkMap y su creador Kaue de Moraes Vestena están a la vanguardia—.
Cartografía social y aprendizaje colaborativo
Pensemos pues qué tipo de habilidades desarrollaría un niño a través de OSM. Por la naturaleza del mapeo comunitario los escolares tendrán bien en claro lo que significa desde ya tomar decisiones participativamente —pues para hacer un mapa se necesita distribuir tareas, gestionar grupos y alcanzar acuerdos—, es así como se edifica una noción compartida de bien común al construir un mapa común, se pasa del «ellos» al «nosotros»; fortalece la autogestión e incluso incrementa la capacidad de trabajo, prevención y resolución de conflictos. Crea consciencia y resiliencia.
Las democracias participativas necesitan de participación. El uso de OSM especialmente en los estudiantes de secundaria y primaria permitirá que desarrollen una mayor responsabilidad y sentido de pertenencia para con su comunidad.
Conclusiones
En definitiva, el simple acto de generar tu propio mapa resulta un ejercicio de empoderamiento. OpenStreetMap se convierte así en un antídoto para muchas de las enfermedades del Perú y del mundo. De por sí los 17 objetivos de desarrollo sostenible de la ONU pueden ser trabajados desde el mapeo colaborativo, prueba de ello es que la misma Unesco haya implementado su propio programa: UN Mappers y que varios centros educativos del mundo ya lo hayan adicionado como curso formal. ¿Por qué no implementarlo entonces en nuestra educación?
Como últimas palabras, como parte de OpenStreetMap Perú y como el tucuyrikuy de Llamitas Mapeadoras, capítulo de YouthMappers, expreso mi mayor gratitud a todas esas personas que han llegado a construir lo que es hoy por hoy OSM —con todos los sacrificios que ha costado—. He visto en OSM el intento más ambicioso de la humanidad por construir algo para sí misma, para todos. En ese sentido me parece que este es el siguiente paso que tomará el proyecto, llegar a la totalidad del sistema educativo. Necesitamos una herramienta colectiva para transformar la realidad y la tenemos en OSM. La tecnología avanza y tenemos que avanzar con ella.
Nota: Este artículo fue escrito en base a las vivencias del evento Gestión Popular del Riesgo del Desastre + OpenStreetMap, donde se reunieron comunidades tanto de distintas provincias del Perú, como de varios otros países latinoamericanos. Puedes ver las otras fotos aquí, nuestros últimos proyectos como Llamitas Mapeadoras aquí y nuestro trabajo en osm pe aquí.
OpenStreetMap como una política educativa global: Aprendizajes desde el Perú por Keen Quispe se distribuye bajo una Licencia Creative Commons Atribución 4.0 Internacional.
Basada en una obra en https://osmpe.org/2023/02/15/openstreetmap-como-una-politica-educativa-global-aprendizajes-desde-el-peru/.
2 respuestas a “OpenStreetMap como una política educativa global: Aprendizajes desde el Perú”
[…] Nota de PachaKamani: Publicamos este artículo a solicitud de su autor y por la importancia de la cartografía social para la investigación. Artículos divulgativos como este nos aproximan a su importancia y crecimiento. Fuente original del artículo en osmpe.org. […]
[…] Quispe, of OpenStreetMap Peru, published ► an essay proposing the integration of OpenStreetMap into the educational system’s […]